El ecobichólogo

A veces la vida te da la oportunidad de compartir un tiempo y lugar concretos con seres maravillosos como este que os presentó hoy, se trata del lepidóptero ¡e insecto! de mayor tamaño de Europa. Es conocido como Pavón nocturno ( Saturnia pyri ), un tipo de mariposa de una familia un poco especial ( Saturniidae ) que en su fase adulta, que muestro junto a mí, no puede alimentarse; aún así, la búsqueda de una pareja con la que perpetuar su especie le puede llevar una semana en la que aprovecha las energías almacenadas durante su estado larvario, en el que posee una gran voracidad. Lo efímero de la situación, sin duda, le dió a ese momento un tinte especial aderezado con un par de cachorrillos humanos ojipláticos ansiosos de saber, con esa capacidad tan infantil y no domesticada de comprender y preservar la vida de criaturas tan increíbles como esta. Conciencia simbiótica para cambiar el mundo.

Ya son dos días ardiendo, seguramente cientos de hectáreas, cómo siempre provocado, un avión del INFOEX trabajando seis horas cada jornada, ni un medio terrestre ya que la temporada de riesgo medio en la que se movilizan comienza en unos días, la pasividad de la gente y la pasividad de la entidades locales dejan un monte negro, carbonizado, frente a mi terraza sembrada de flores.

Ayer, en un paseo improvisado por un pequeño monte a las afueras de la ciudad de Santander tuve un encuentro, de esos mágicos, que no se olvidan en la vida. Tras caminar varios minutos por un hermoso bosque de laureles llegué a un aclarado en la espesura cantábrica y allí, desparramadas por el suelo, se veían florecillas blancas. Me detuve con el corazón en un puño, conocía esas flores, las conocía muy bien por que eran flores de fresa. No de esas plantas de hoy día que dan fresas gordas e insípidas, que se encuentran en cualquier invernadero o vivero, no, estas eran las auténticas, las originales, las bravas y salvajes fresas silvestres que recuerdo al borde de los caminos (sin asfaltar o encementar) en mi niñez y de las que desde hace al menos veinte años no tenía constancia alguna sino de su "misteriosa" desaparición por el Valle del Jerte. Recordaré este encuentro con cariño, y con nostalgia también, ya que no desaparecieron de mi entorno por que quisiesen, lo hicieron

Es fácil creer que lo que tenemos en abundancia vale poco y que lo que no tenemos vale mucho, dado esto es fácil engañar, o haber engañado, por qué esto viene de atrás, y viene y va a muchos lugares. Esta absurda inconsciencia se sostiene por consumidores estupidos que sienten necesidades que les han creado, que antes no tenían, necesidades... derivadas o implicitas de la producción. Contraria a la Conciencia Simbiótica.